Creemos en la inspiración verbal, plenaria de las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, y que ellas componen toda la Palabra de Dios. Las Escrituras se interpretarán de acuerdo con su significado gramatical-histórico normal. Creemos que Dios ha inspirado y preservado Su Palabra. (II Timoteo 3:16-17; II Pedro 1:20-21)
Creemos en un Dios Triuno, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada una de ellas coeterna en ser, coidéntica en naturaleza, coigual en poder y gloria, y con los mismos atributos y perfecciones. (Deuteronomio 6:4; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Juan 14:10, 26)
Creemos que la salvación es el don de Dios traído al hombre por gracia y recibido por la fe personal en el Señor Jesucristo, cuya preciosa sangre fue derramada en el Calvario para el perdón de nuestros pecados (Juan 1:12; Efesios 1:7; 2 :8-10; I Pedro 1:18-19) y que para ser salvos, los pecadores deben nacer de nuevo.
Creemos que una iglesia local está formada por personas bautizadas bíblicamente y nacidas de nuevo. (Hechos 2:40; I Corintios 12:12-14; II Corintios 11:2; Efesios 1:22-23; 5:25-27). Reconocemos el bautismo en agua y la Cena del Señor como las ordenanzas bíblicas de obediencia que deben ser administradas por una iglesia local y sus oficiales.